miércoles, 8 de septiembre de 2010

AMISTAD A DISTANCIA.

Y todos se van.
No lo entiendo. Yo también una vez lo hice, pero ahora mismo escapa a mi entendimiento. Seguro que estoy equivocada, aunque no hable en términos absolutos, pero la amistad a distancia no es amistad. Esto es la sencilla diferencia entre “saber” y “conocer”.

Yo, un día me fui. Me fui sin mirar atrás, sin pararme a pensar en todo lo que dejaba. Ciega, con este egoísmo inocente que no te deja ver nada más, me fui sin fecha de caducidad, más concentrada en todas las barreras que tenía que cruzar… Ahora pienso en como se debieron de sentir todos los que deje allí. Hermanos, padres, amigos… y aquellas que formaban parte de lo que nosotras solíamos llamar “las mejores amigas”… Supongo que cuando tienes cierta edad, no te paras a pensar en todo esto.
Dicen en el Dahomey, que la familia siempre está allí, siempre. Y es verdad. Pero, ¿y los amigos?

Ahora me doy cuenta y cada vez estoy más convencida de que la amistad es una relación, de la misma forma que las relaciones amorosas, las relaciones sexuales… Y no es un teorema de Tales de Mileto, ni de Pitágoras de Samos, pero cualquier relación que implica sentimiento, a distancia se deteriora. Es matemática. E igual que las relaciones amorosas, pues la amistad a distancia también se puede opacar.
La amistad a distancia se apaga, por mucho que la queramos entretener con llamadas, como soplos de avivamiento, con palabras bonitas como fuel, la amistad a distancia muchas veces se mitiga. Y no quiero decir que se acabe, ni mucho menos, sólo que si la distancia se gemela con un factor tiempo exageradamente largo, la amistad se vuelve borrosa.

Ayer le explicaba a una amiga que también se va, la disimilitud entre “saber” y “conocer”. Yo puedo decir de alguien: “Sé quien es, pero no le conozco”. Porque “Saber” no es necesariamente “conocer”.

A los amigos se les “conoce”.

Sí, se puede saber como es un amigo. Que si es vago, que si es fácilmente irascible, que si es simpático, que si es independiente, que si le gustan los melocotones, que si el naranja es su color favorito… Pero si no “conoces” a tu amigo, es que en realidad no sois tan amigos. Mucha gente se piensa que tiene amigos, pero en realidad no se conocen. Amistades de pacotillas en las que, los sujetos intentan adaptarse los unos a los otros. Esto no es amistad. La amistad real llega cuando ya “conoces” a esta persona. No sólo “sabes” como es, sino que además la “conoces”.
Conoces el lenguaje de su mirada, conoces su verbo corporal. Conoces el color de sus gestos. Conoces la gama de sus porqués. Conoces la evidencia de sus muecas. Conoces el tacto de su voz. Conoces el timbre de sus silencios. Conoces la expresión de sus actos. Conocer la conjugación de su aire. Conoces el estilo de su ser…
Conocer es sentir, es apreciar a esa persona y llegar a diferenciarla de todas las demás. Conocer es sentir esta persona dentro de ti. Conocer a alguien es ser más que docto en es esa persona. Es conocer las cualidades de esa persona a tales niveles que juzgarla no entra en tus parámetros. Conocer es tener trato y comunicación con esa persona. Conocer es comprender, es entender, es vivir esa persona. Conocer es percibir, conocer también es saber.

Saber es conocer, pero cuando conoces, es que ya sabes.

En la amistad como en cualquier relación, tener sólo comunicación no basta. La amistad se fortalece con el trato, con las vivencias diarias, con “estar allí”.
A mis amigas, las conozco o creo conocerlas de verdad. Conozco su olor, conozco su risa. Conozco el ruido de sus pasos. Conozco su naturaleza. Y lo que me apena es ver que se van y que al final vegetaremos en una amistad que se basa únicamente en la comunicación, y en lo poco o lo mucho que sabemos unas de las otras. Pero bueno al fin y al cabo cada uno es libre de ir y de volver cuando le de la gana, o cuando lo tenga que hacer. Después de todo, aquí, el vector cultural es moverse.

No quiero decir que la amistad desaparece o que la gente deja de ser amigos por culpa de la distancia. No. Sólo, que después de toda esta distancia, todo este tiempo, sin trato, sin tacto, lo que se queda es lo que sabes de esta persona, porque en realidad ya no la conoces. Tienes amigos, basándote en los conocimientos que tenías de ellos, pero no te paras a pensar que han cambiado, y que sus códigos físicos e emocionales también han cambiado. Y por esto, muchas veces, ya no es lo mismo. La amistad está allí por lo que fue, pero ya no es la misma amistad. Algo cambia siempre. Algo se borra, algo se estanca.

Yo no quiero solamente tener amigas de las que sé, también quiero tener amigas a las que conozca y que me conozcan. Que estén conmigo en los diferentes momentos de mi vida. Y no tener que explicar siempre mi vida por escrito o por algún canal, con la pasividad de los acontecimientos ya pasados. Quiero mis amigas en mi vida cotidiana. Y disfrutar juntas del fervor de nuestras experiencias. Quiero amigas de las que se conocen. Pero ¿Cómo va a ser posible si todas se van?
Estos conceptos de “saber” y “conocer” a mi me resultan obvios pero deben rozar el delirio, el mismo dislate, el mismo desvarío en el que pensaban los oyentes de Galileo. Yo lo puedo tener muy claro, pero a veces unos se tienen que ir y cualquier teoría o teorema resulta una quimera. Lo esencial es volver cuando te has ido.

Y hablando con mi amiga, explicándole este utópico concepto de “conocer” que a mi me resulta tan patente, explicándole como me sentaba pensar que la dejaría de “conocer”, igual que deje de “conocer” a otras antes, se me rompió la voz. Noté como, con un nudo en la garganta, perdí la capacidad de hablar durante unos segundos; Noté, como se apoderó de mí un pena inmensa por perderla a ella y también a todas las que deje atrás; Noté, como me picaban los ojos antes de que se me cayeran lágrimas en las mejillas. Ella se pensó que yo lloraba, incluso yo también pensé que lloraba. Pero en realidad sólo era un poco de lluvia en mi corazón. Seguro que vendrá pronto un rayo de sol para secarme por dentro.

Yo no lloraba. Es tan sólo que cuando conoces a una persona, la quieres a otro grado. Un grado optimo, un grado fangoso de amistad con amor, con risas, con la seguridad de saber que siempre estará la otra persona allí, una amistad de futuro indudable juntas y de aventuras por vivir. Un grado de amistad con comprensión que nos hace olvidar las lágrimas y las penas, ahogándonos en una risa despreocupada. Amistad que a veces hace llover en el corazón. Amistad con amor inmenso. Tal como os quiero a vosotras.

La amistad de “conocer”, es la amistad que yo pienso. Es la amistad que yo quiero, es la amistad que yo espero, la amistad que reclamo en silencio, en este instante preciso.

Id, pero volved. Que tal como os quiero, con sólo saber de vosotras me basta.

http://yaivi.blogspot.com/

13 comentarios:

Mer dijo...

Gracias! Yaïvi,
por compartir con nosotros, te acabo de encontrar casi por casualidad (aunque se que las casualidades no existen) y me has embaucado, en el buen sentido...ya devoré tus entradas de este año y empecé las de 2009....
me unire a tu facebook también, si te parece...
saludos y salud....

yaivi dijo...

hahaha! Mer! Me gsuta tu nombre. es mar en Françes. Que guay! Pues muchas gracias por leerme! Y el 2009 es muy denso eh! hahaha! Gracias!

Carol dijo...

Bienvenida Yaivi! Espero que éste tiempo de descanso del blog haya sido positivo. Un saludo!

elmeditador dijo...

Buenas estamos organizando la afrocatalanizacion, puedes ver info en http://www.asociacionpanterasnegras.org/afrocatalanizacion/ y queremos contactar contigo
mail: afrofestival@live.com

yaivi dijo...

Vale! Ya he visto la pagina. Ahora te envio un mail !

Demián dijo...

...la fuerza de atracción es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia.
Esto dice la ley de la gravitación, y algo parecido ocurre con la amistad.
Bonito y "sentido" post.
Un saludo

Anónimo dijo...

tu que quien eres,la Naomi...

yaivi dijo...

No! hehehe! Aunque ya me gustaría. hahaha!

WhiteSkull dijo...

Esa conclusión que sacas es producto circunstancial, que además revela que estás madurando cómo persona. Lo cierto es que es así, y mucha gente tiende a engañarse y engañar a otros, diciendo que la amistad es para siempre o también otro tipos de relaciones, cómo el matrimonio, que dice que es para siempre y hasta que la muerte los separe, pero eso que dicen, es más un deseo emotivo que sienten en ese momento más que una realidad cómo bien la describes en tu artículo, cómo experiencia personal por la que pasaste y que hemos pasados casi todos o pasaremos. Comparto tus pensamientos y me parecen correctos, las relaciones pueden ser de muchas formas, no sólo ocurre en el entorno personal, si no también con el familiar. Cuando un "tío" que apenas conocemos y casi nunca hemos tenido contacto con él muere, no sentimos pena y nuestra vida continua cómo si tal cosa. Ese sentimiento no puede entenderse cómo malo, si no más bien propio y natural. Las relaciones por mucho que me critiquen, tienen en común unos intereses. Muchos países estrechan relaciones para mejorar sus posiciones económicas, territoriales o políticas, todo de forma estratégica o pensada. Lo mismo ocurre cuando conocemos a una persona que nos gusta, que nos puede dar que andamos buscando. Todos necesitamos algo y ese algo nos lo puede ofrecer alguien, con el quien se crea un vínculo en algunas ocasiones íntimo y muchas veces de forma simbiótica que puede llegar a extremos enfermizos.

yaivi dijo...

Me ha encantado lo que dices. Dios! Es que a veces la gente me dice que soy muy cruda en esto del sentido de las relaciones. Porque en realidad no me entienden. He entendido lo que dices y me parece que tienes toda la razón. Que bien! Me gustas!

carfita dijo...

Que bé parles nena! :D

sujal dijo...

Gracias Yaivi, da gusto leerte y estoy de acuerdo con lo que comentas de una relación. Se va apagando en la distancia e incluso si las circunstancias vuelven a reunir a las personas implicadas, la relación no suele ser la misma. Todos cambiamos y tenemos nuestros momentos de especial conexión, de aprendizaje y colaboración en este camino que es la vida.

IvanBalt dijo...

Joooooope me dejas flipando con esto... CUENTA RAZON!!!! tambien pienso q no se puede querer ni exar de menos lo q no se conoce y q conocer realmente a alguien es algo mas q hablar solamente es como tu dices tu: su verbo corporal! EXCELENTE!!!! lo haz descrito todo perfectamente!!!