lunes, 24 de octubre de 2011

LA EXCUSA DE DIOS.


“Pedid, y se os dará. Buscad, y hallaréis. Llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe. Y él que busca, halla. Y al que llama, se le abrirá.” (Mateo 7:7–8)

Eso dice la Biblia.

Exegesis abrumadoras que sirven para reconfortar a los que se conforman con su realidad. Si dios está y es, ¿por qué deja morir a inocentes pudiendo salvarlos? ¿Por qué tantas catástrofes y tantas desgracias? ¿Qué le pasa al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacobo?

¿Cuál es la excusa del Dios de Jeremiah, de Isaías y de los tesalonicenses?. El mismo Dios de la génesis, de los libros sapienciales y del Apocalipsis.

“Tú le suplicarás y él te escuchará… Porque él humilla la altivez del soberbio pero salva al que baja los ojos. Él libra al hombre inocente…” Está escrito en el libro de Job.

¿Dios escucha?
Y si es amor, devoción y salvador, ¿dónde estaba, cuando moría gente por millares en los campos de concentración cuando reinaba el Holocausto?
¿Dónde estaba Dios cuando en Soweto, morían jóvenes y niños bajo el lema “Liberación antes que educación” durante el Apartheid? ¿Dónde estaba Dios cuando Steve Biko, igual que muchos otros, fue arrestado y torturado hasta la muerte cuando militaba por la Liberation de su pueblo siguiendo el mismo ideal que Nelson Mandela?
¿Dónde estaba Dios cuando caían las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki?
¿Dónde está Dios cuando aún hay razas oprimidas e injusticias culturales?
¿Cuál es la excusa de Dios, ante las mujeres violadas en el Congo y los niños mutilados por minas antipersonas?

¿Acaso no ve, este Dios?

Dicen que Dios nos ha creado por y con amor. ¿Con qué sentimiento ve morir a lo que él mismo ha creado? ¿No ve como se mueren sus hijos? ¿O es que no son hijos de Dios, los que murieron en las diferentes guerras de la humanidad? Inmorales y crueles guerras, desde las de los Boers hasta la guerra de los Balcanes pasando por las mundiales, la civil española, la irabe-israeli, la de corea, de Vietnam…. Sin olvidar la guerra civil en Angola, Burundi, el conflicto de Darfur, congo, Uganda; El genocidio de Ruanda…
Catástrofes naturales. Huracán, tsunamis, hambrunas… Plagas contemporáneas y Apocalipsis moderno, como cuando los siete Ángeles derramaban sus copas en los mares y los oceanos, símbolo de la ira de Dios, a lomo de mamíferos ungulados y perisodáctilos.

…Y Dios sigue callado y mudo ante el llanto de sus propios hijos.

¿Dónde está aquel dios que ama, aquel que acoge a los necesitados?
El dios del Salmo y de Ezequiel? Dios de su hijo y de Jerusalén.
¿Dónde está el Dios que reconforta y defiende a los más débiles? Aquel que castigaba a los rancios, a los malos y vengaba a los inocentes…

Han muerto muchos, implorando a un Dios sordo que sólo escucha los cánticos y las oraciones pero que sigue ausente. ¿Cuál es tu excusa Dios? Despierta y dinos dónde estabas o a dónde vas cuando pasan esas cosas. ¿Cómo aguantas estos gritos de dolor y sigues aceptando que te canten y que te alaben?

¡Dios! ¡Dios! Es que así no puede ser.

Hemos visto cosas bárbaras. Cosas horribles. Cosas catastróficas. Desastres naturales que han quitado la vida a miles de personas, robándoles su dignidad. ¿Qué hemos hecho para que nos arrojes calamidades como a Egipto o a Babilonia?
Hemos visto cosas espeluznantes que hace el hombre a su prójimo. Y el malvado gana una guerra sobre el inocente. Y el más fuerte se aprovecha sin perdón del más débil. Y inocentes son abusados sin perdón porque no tienen la fuerza de su Dios de su lado. Dominación, dictadura, opresión, tiranía, esclavitud. ¿Desde cuándo ya no castigas a los que están en falta de hermandad? ¿Dónde está el dios que castiga a los que hacen sufrir su pueblo?
Tu castigaste a reyes sólo porque negaron hospitalidad a tu pueblo y ahora no haces nada cuando continentes enteros son masacrado y sometidos. Razas injustamente tratadas. Gente que se muere a mano de otros. ¿Dios, por qué ya no eres justo? ¿Qué pasa? ¿Ya no somos nada para ti?

Sebastian Brant dice en La nave de los necios: “Así habla el señor con ira: "Si no guardáis mis mandamientos, os enviaré plagas y muerte, guerra, hambre… y los multiplicaré de día en día y no escucharé plegarias ni lamentos; así me lo pidieron Moisés y Samuel. Tan enemigo soy del alma que no desiste del pecado, que ha de recibir su castigo, pues ¡Dios soy yo!"”

A saber qué pecados habremos cometido para que el mundo vaya tal como va. Aunque sinceramente, creo Dios, tu que perdonas siempre, que te estás pasando. Creo que hay algo que falla.

Dinos por qué nos dejas solos y desnudos debajo de esta lluvia fría y glacial.
Así que Dios, dinos cuál es tu excusa…


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