miércoles, 27 de enero de 2010

¿ QUÉ HAY EN ESTE ARMARIO ?


Hay un viejo proverbio que dice: " Él que tiene diarrea, no teme a la oscuridad". Esto sencillamente quiere decir que somos más capaces de lo que nos pensamos. En los momentos de alarma o de crisis, nos damos cuenta de que podemos superar nuestros miedos y superarnos a nosotros mismos.
Y si no temes a la oscuridad, pues entra a rebuscar dentro de este armario.

Cuentos:
Reflexiones:
Cartas a mi Amigo:
Juegos:

Y recuerda al cerrar este Armario que "Quien come piedras, confía en su ano". Pero este último ... ya lo explicaré en otra ocasión.

lunes, 18 de enero de 2010

PAÍSES SUBDESARROLLADOS

No sé en que se basan para definir nuestros países como “subdesarrollados”. Nuestros mundos son diferentes y compararlos como iguales, es absurdo. Miremos los mundos, como los miraba Júpiter. Centrémonos en lo que al fin y al cabo importa de verdad.
A nosotros, nos llaman subdesarrollados, pues veamos como les va a ellos:

FAMILIA: El concepto de "Familia", ya no existe. La familia ya no es una referencia. A parte de que egoístamente se niegan a procrear, los que sí lo hacen, son infelices porque lo relacionan con “la perdida de la libertad”. Hay un descontrol brutal en las relaciones parentales: los jóvenes hacen sus propias leyes, los viejos son abandonados en residencias ya que sus hijos no los soportan… Las familias están desestructuradas.

LOS PROGRESOS: Después de desarrollarse “tanto” en todos los aspectos técnicos y energéticos, disponiendo de “todas” las comodidades, se encuentran solos. El progreso les individualiza, les incomunica, les aísla los unos de los otros. Los asientos del metro son individuales, sus casas son insonorizadas, todos los aparatos portátiles son para que se puedan desconectar, estando en público... Una sociedad individualista que les hace volverse egoístas y cerrados. Se vuelven fríos, desconfiados y no admiten que nadie intente entrar en su espacio.

IINVESTIGACIONES: Se observa, se piensa, se busca y se investiga profundamente; Y después de descubrir la clave para producir alimentos a gran escala, los “desarrollados” descubren que eran mejores los productos de "antes", los huevos como "los de antes", el pan como "el de antes"… Y cuando ya han descubierto todo tipo de medicinas “eficaces” contra todo tipo de dolencias, pues se descubre que el remedio más “puro”, sin aditivos está en el del herbolario de toda la vida. Muchas de las cosas que descubren, después resultan nocivas.

LA VIDA SOCIAL: ¿Cómo pueden hablar de avances, seres que en un espacio reducido, como en un ascensor, no se hablan?, Gente que no se habla, ni en las colas, ni en las tiendas. Ahora entiendo porque hay música en los grandes almacenes de ropa. No se sonríen si no se conocen. No se soportan los unos a los otros. Cierran las puertas de sus casas para que los otros no les molesten; No saben interactuar entre ellos. Tienen más relación con las maquinas que con las personas. Van todos estresados, no les gusta su vida y tienen miedo de caer en la rutina. No hablan nuca con nadie pero tienen miedo de acabar solos.

AMOR Y RELACIONES INTIMAS: Nos tratan de machistas y de primates por ser polígamos y después, son todos infieles, morbosos y viciosos. Defienden la monogamia cuando tienen una vergonzosa doble moral, tanto hombres como mujeres. Dejando de lado el machismo que envuelve la poligamia, más de una mujer africana, en un matrimonio polígamo, disfruta de una tranquilidad y de una felicidad que no puede disfrutar una mujer “desarrollada” casada con un solo hombre.

COMPARACIONES: Dicen que nosotros estamos locos o somos raros pero ellos tienen hoteles y peluquerías para perros. Tratan mejor a sus gatos que a la vecina depresiva del primero. Hacen comparaciones absurdas entre personas y animales.
Ridiculizan nuestras creencias pero ellos creen en las revistas de moda, en la televisión, en Facebook, en Google, en los horóscopos, en videntes con bolas de cristal…

ADAPTACIÓN: Han descubierto muchas cosas. Muchos son inteligentes, otros son genios, pero son incapaces de adaptarse a una realidad que no es la suya o de hablar idiomas (como los nuestros) que requieren destreza. Nosotros tenemos esas capacidades y hasta el africano más analfabeta hablaría un idioma de cualquier país después de 3 meses de práctica.

LOS VALORES: ¿Dónde están? Los instauran mediante leyes. “La ley dice que hay que respetar a los educadores”. ¡Ja! Olvidan que los valores no se dictan. Hay cosas que nacen de la interacción entre los seres. Los valores se basan en el amor que nos damos unos a otros, en la educación, en el trabajo, en la disciplina y en el respeto.

¿Qué es el desarrollo? ¿Es hablar a los animales como si fueran personas? ¿Es que se muera un vecino y que nadie se de cuenta? ¿Es no querer hablar con nadie que te sea desconocido? ¿Es hablar con una maquina para comprar comida, libros, tickets…? ¿Es tener que bajar la voz en plena calle porque está prohibido hacer ruido? ¿Es conversar por Internet con gente de la otra punta del planeta cuando ni saludas a tu vecino de enfrente? ¿Es tener que hacerse amigos a través de campos virtuales? ¿Es ir a la búsqueda contante de la felicidad efímera?, ¿Es flipar con el dogma de que los pobres son felices? ¿Es pagar una red para tener pareja? ¿Es tomar medicina (antidepresivos) para estar feliz? Todo esto genera odio, odio y rabia acumulada.

Mientras vais progresando, países ricos, nosotros seguimos cantando, valorando nuestras raíces y nuestra gente; Respetando la naturaleza, que es lo que nos da para subsistir; Anclando cada vez más nuestros valores, siendo alumnos dóciles frente al aprendizaje de la vida, como lo fueron nuestros padres. Seguiremos siendo buenos hermanos y entremetiéndonos en la vida de nuestros vecinos. Seguiremos hablando a gritos y riendo a carcajadas. Continuaremos compaginando nuestras “puras” costumbres medicinales (acacia, eucalipto, pieles de piña…) con la medicina “Eficaz”. Nuestros países siguen verde y no gris metal o gris cristal de edificios.
Seguiremos interactuando entre nosotros. Esto es la verdadera clave de la felicidad, que es lo que lleva al desarrollo, al desarrollo personal. No sirve de nada tener rascacielos, si lo único que sientes es agobio. Ya lo decía el proverbio: “Chabola en la que se oyen risas es mejor que palacio en el que se oyen llantos.”

Seguramente somos países subdesarrollados o tercer mundistas o pobres o países sin cultura, países atrasados… pero a lo mejor, los que vivimos bien y contentos, somos nosotros. Porque el bienestar reside en volver a casa con una sonrisa en los labios, después de una larga jornada. Que ser “desarrollado” es tener tiempo de mirar las cosas que nos rodean, valorar la gente de nuestro alrededor, vivir sin tener nunca la sensación de estar solos, disfrutar de las pequeñeces de la vida, vamos... reír un poco más y si es mucho pedir, pues… sonreír un poco más.

http://yaivi.blogspot.com/



jueves, 14 de enero de 2010

¡SNIF...!


Tengo mucha pena.
Un dolor que me aprieta. Dolor de las tardes sin sol, dolor de los días de soledad, dolor cónico… Sólo quiero ser.... pero me siento inmóvil, con todo el mundo moviéndose a gran velocidad, a mí alrededor. No les percibo, ni les oigo, sólo les veo borrosamente moverse, y hablan y gritan y me miran…
Me siento objeto, objeto que mece el viento sin dirección, objeto carente de gravedad… y sin embargo, no me muevo. Me siento parada y noto como los miedos se apoderan de mí, miedos, como perros fantásticos debajo de mis sábanas intentando arrastrarme, porque les gustan mis lágrimas. Y yo, temblorosa, no sé que hacer…
Tengo pena… Tengo mucha pena y hay polvo por todas partes. Me siento desprovista de mis capacidades y de mis cualidades. Soy nula y estoy incapacitada para hablar porque mi voz llorona está conectada a mis lágrimas.
Quiero golpear la pared con mis puños, sentir otro tipo de dolor, un dolor intenso, que me haga desconectar. Quiero morderme los labios, sentir como se hiende la carne, notar la sangre que brota caliente y salada… y así poder desconectar.
Quisiera tirarlo todo, todo, los recuerdos, las sensaciones, los momentos, todo, por mi ventana como en un ataque de locura y que se los lleve el viento del dolor…
Quisiera caminar, caminar, caminar rápido, ¡no!, correr, correr, correr hasta perder aliento, y ponerme a llorar. Tengo lágrimas. Las tenía guardadas. Me las ahorre por si las necesitaba.
Quisiera caerme bajo la lluvia, como un peso muerto, mi mejilla contra el suelo frío y que las gotas se mezclen con mis lágrimas. Quisiera gritar a todo pulmón y desgarrarme por dentro. Todo es mejor que esta tristeza que siento. ¡Díos! Si supiera volar… Si supiera volar, me habría ido con el viento. Ahora sólo la angustia me domina. No es justo nada. Estoy triste, de aquella tristeza que entumece los sentidos, de aquella tristeza maligna que espera en los rincones, tristeza de cuando el mar está amarillento, tristeza de los paisajes demasiado grandes y de las casas abandonadas. Ya no me gusta sollozar…
Quiero dormir y sumergirme en la oscuridad, huir del miedo a sentir aquel dolor y dejar que mi mente deje de funcionar e incluso, si pudiera, dejar de respirar. No creo que me duela más que la pena que tengo. Sólo quiero dormir y dejar de tener el mismo sueño porque yo, ya hace tiempo que deje de soñar…