lunes, 16 de febrero de 2015

CUANDO DUERMES...


A veces, por la noche cuando duermes me acerco a ti para notar tu respiración.
A veces cuando duermes, escribo mil palabras en tu barriga y te hago mil cosquillas haciendo bailar mis dedos sobre tu cuerpo.
A veces cuando duermes, te abrazo por la espalda y te doy besos en el corazón.
Y a veces me quedo quieta, cuando de repente cambia tu respiración. Inspiración muda y suspiros.

Es cuando tú duermes que yo sueño; con los ojos abiertos y con una enorme sonrisa.
Sueño con cosas que nunca me dirás, cosas que me encantaría oír de ti.

A veces cuando duermes, lloro. Lloro porque me pesa la vida.
A veces cuando tú duermes, me puede todo. E infinitas veces he temido que mis sollozos te despertasen.
A veces cuando tú duermes, analizo mis fracasos y mis pocos éxitos. Veo mis ansias de que llegues a casa y el temor de que me veas tal como yo me veo a mi misma.

A veces cuando duermes, te abrazo exactamente como a ti no te gusta y te imagino gruñendo.
Tú no lo sabes, pero cuando duermes me vuelvo gamberra, traviesa y pícara. ¡Sí! Cuando duermes te hago todas aquellas cosas que con este aire tuyo señorial, me instas a no hacer.
A veces, pienso que te vas a despertar y vuelvo a sonreír cuando te noto tranquilo y con la respiración acompasada.

A veces cuando duermes, me vuelvo tuya y me pego toda a ti. Rememoro aquellas conversaciones tan bonitas que teníamos. Las repaso. Y repaso tus risas y tus payasadas que tanto me encantan.
A veces cuando duermes, pienso en ti. Pienso en cómo hemos cambiado y también en aquel “¿Qué será?” que me aterra.

Y lo que no sabes es que cada noche, abrazada a ti, mi última convicción antes de entregarme a los brazos de Morfeo es que justo aquí es donde yo quiero estar. 

Abrazada a ti…

http://yaivi.blogspot.com/