jueves, 20 de enero de 2011

EL EQUIPO GANADOR.


Siempre me he quedado “sidérée” por la fiebre del fútbol en este país.
Un fervor y una devoción inalterables en los que los simpatizantes de cada equipo notan las derrotas y las victorias hasta en la medula. Puños mordidos y corazones desbocados, lágrimas amargas, nervios a flor de piel y emoción a tope.
Las victorias son celebradas y aplaudidas hasta el agotamiento. Un fárrago de gente poseída por la alegría contagiosa de las hordas, un maremágnum que llega a niveles tan altos que dan vida al proverbio que dice que “la locura empieza por la alegría”. Gritos a prueba de gargantas, euforia colectiva, gozoso abrumador.
Y la derrota, la derrota tocando el otro extremo, les lleva a la ira, una ira exabrupta y a una tristeza profunda pasando por una impotente desesperación, un desconsuelo y una aflicción amarga.

No he visto muchos partidos, aunque contagiada por el optimismo general, alguna vez he asistido a partidos de equipos líderes. Me sorprende ver la vehemencia con la que la gente aplaude los goles. Árbitros amateurs, que pitan antes las faltas, denuncian los penaltis y los “hors-jeu” acribillando las pantallas de gritos y de invectivas groseras al incompetente y vendido árbitro profesional y a los malditos jugadores que “con lo que ganan, podrían correr un poco más”. Hombres incapaces de subir ocho escalones seguidos, se inflaman con una santa cólera blandiendo un puño dando a entender que ellos con esta pelota, harían barbaridades, milagros e incluso maravillas.
He oído de gente que dejo de comer porque su equipo había perdido. He oído de gente que puso una pantalla para ver el fútbol el día de su boda. He oído de gente que ha quemado infraestructuras de su barrio por el fútbol. He oído de baby’s boom por una victoria de un equipo… He oído mil locuras sólo por el fútbol.

En el Dahomey, la cosa es un poco de chiste, como siempre. En mi pueblo, situado en el centro del país, los partidos importantes también son motivo de expectación. Todo el mundo se mueve hacia el campo cantando lemas de cada equipo. Coches pitando, gente gritando y cantando, zumbido ensordecedor… Pero a la pregunta “¿Cuál es tu equipo?” todo el mundo contesta lo mismo. “Soy del equipo ganador”.

Todo esto viene del hecho de que al final del partido, el equipo ganador ofrece un banquete con bebidas de todo tipo, y comida "barra libre"… una fiesta a la que sólo acceden los que son del equipo o tienen la camiseta con el logo del equipo. Y, a problemas de ricos, soluciones de pobres. Todo el mundo tiene camisetas de los dos equipos. Y en las entrevistas locales de antes del partido, los forofos, fans, fanáticos e aficionados contestan siempre con una enorme sonrisa: “Yo soy del equipo ganador”. Porque nadie quiere dejar claro su inclinación para que después no le nieguen la entrada al banquete.

Cada uno anima su equipo antes y durante el partido. Y después se ponen la camiseta del equipo ganador y acaban todos en el banquete, celebrando la victoria del “equipo ganador”.

Mi tío, gran filósofo diletante, siempre decía que esto era el secreto de la felicidad; "Poder disfrutar de todo y que una derrota no te impida participar en un festín."
Y no os penséis que no sabemos vivir la pasión del fútbol. Lo vivimos igual que aquí, con gritos y alboroto. Solamente que la manera de vivir el final es diferente. Todo el mundo es del equipo ganador. Y todo el mundo siempre se divierte porque en el fútbol, siempre hay un ganador.

Y se preguntarán de qué equipo soy.

Pues, del equipo ganador. No sé ser de otro equipo.

http://yaivi.blogspot.com/

3 comentarios:

yaivi dijo...

Miercoles! Por error he borrado el otro post y se me ha ido tu comentario. Sorry!

ln dijo...

Yo soy del Betis. Es decir, del perdedor...

Esangui dijo...

Vaya con el post Yaîvi,osea que en Dahomei sois chaqueteros,o como se diria ahora politicamente correctos?...no creo,el futbol en africa se vieve igual o mas que en otros lugares.Incluso diria que las antiguas rencillas tribales o de pueblo se arregaln ahora con un balon de por medio y no es raro ver derbis en Africa como el Barça vs Madrid,AS Dragons FC de l'ouémé vs Mogas FC o el City contra el United.
Viva er beti' manque pierda!