jueves, 14 de enero de 2010

¡SNIF...!


Tengo mucha pena.
Un dolor que me aprieta. Dolor de las tardes sin sol, dolor de los días de soledad, dolor cónico… Sólo quiero ser.... pero me siento inmóvil, con todo el mundo moviéndose a gran velocidad, a mí alrededor. No les percibo, ni les oigo, sólo les veo borrosamente moverse, y hablan y gritan y me miran…
Me siento objeto, objeto que mece el viento sin dirección, objeto carente de gravedad… y sin embargo, no me muevo. Me siento parada y noto como los miedos se apoderan de mí, miedos, como perros fantásticos debajo de mis sábanas intentando arrastrarme, porque les gustan mis lágrimas. Y yo, temblorosa, no sé que hacer…
Tengo pena… Tengo mucha pena y hay polvo por todas partes. Me siento desprovista de mis capacidades y de mis cualidades. Soy nula y estoy incapacitada para hablar porque mi voz llorona está conectada a mis lágrimas.
Quiero golpear la pared con mis puños, sentir otro tipo de dolor, un dolor intenso, que me haga desconectar. Quiero morderme los labios, sentir como se hiende la carne, notar la sangre que brota caliente y salada… y así poder desconectar.
Quisiera tirarlo todo, todo, los recuerdos, las sensaciones, los momentos, todo, por mi ventana como en un ataque de locura y que se los lleve el viento del dolor…
Quisiera caminar, caminar, caminar rápido, ¡no!, correr, correr, correr hasta perder aliento, y ponerme a llorar. Tengo lágrimas. Las tenía guardadas. Me las ahorre por si las necesitaba.
Quisiera caerme bajo la lluvia, como un peso muerto, mi mejilla contra el suelo frío y que las gotas se mezclen con mis lágrimas. Quisiera gritar a todo pulmón y desgarrarme por dentro. Todo es mejor que esta tristeza que siento. ¡Díos! Si supiera volar… Si supiera volar, me habría ido con el viento. Ahora sólo la angustia me domina. No es justo nada. Estoy triste, de aquella tristeza que entumece los sentidos, de aquella tristeza maligna que espera en los rincones, tristeza de cuando el mar está amarillento, tristeza de los paisajes demasiado grandes y de las casas abandonadas. Ya no me gusta sollozar…
Quiero dormir y sumergirme en la oscuridad, huir del miedo a sentir aquel dolor y dejar que mi mente deje de funcionar e incluso, si pudiera, dejar de respirar. No creo que me duela más que la pena que tengo. Sólo quiero dormir y dejar de tener el mismo sueño porque yo, ya hace tiempo que deje de soñar…

3 comentarios:

carfita dijo...

Oh my GOD Bella! M'has deixat loca loca loca! (més de lo que ho estic jajajaja) m'ha encantat el que has escrit. Quants sentiments en un moment....
....sigues forta, no intentis llençar records, moments, ni sentiments. Deixa que el temps et fagi forta, i un cop el temps ha passat, segur que et protaran algun somriure al recordar-los.

un besito amore!

yaivi dijo...

Gracies pel teu consell nena !! Ets un sol !

IvanBalt dijo...

Gracias x compartirlo con nosotros, no siempre todo son alegrias en esta vida ...