miércoles, 6 de octubre de 2010

TAXI-BROUSSE.

He vuelto a ver mangueros, he vuelto a ver mangos.
He vuelto a ver maizales y casas solitarias en medio de la nada. Aquí la nada es verde.
He vuelto a ver grandes casas de cemento, con sus portales rojos tan característicos.
He vuelto a ver árboles de “Teck”, con sus hojas enormes que también sirven a veces de bajo para las comidas.
He vuelto a ver carreteras sinuosas que se perfilan rectas en el horizonte, lejos.
He vuelto a ver “bachées” llenas de gente que también están de camino.
He vuelto a ver hileras de mujeres cargadas, con sus niños en la espalda, caminando una detrás de otra y cantando en coro una canción que me resulta tan familiar.
He vuelto a ver aglomeraciones de vendedores ambulantes, el “brouhaha” de la muchedumbre y más, de aquellos que se activan para sobrevivir.
He vuelto a ver raíles, sin tren como siempre, líneas paralelas de aquí hasta el infinito, allí.
He vuelto a ver Flamboyanes flamígeros y árboles Quinas, con sus hojitas agitándose a millares como para dar la bienvenida a los viajantes.
He vuelto a ver gasolineras locales, una de aquellas que sólo se ven aquí.
He vuelto a ver agricultores, trabajando de cara la tierra y que de vez en cuando se levantan e agitan las manos a los viajeros.
He vuelto a ver Palmeras, Kolas, Irokos, y también Baobabes, majestuosos todos, con una absurda geometría, recortándose sobre el cielo gris, nublado.
He vuelto a ver casas de tierra roja, y deformes, aglomeraciones pérdidas.
He vuelto a ver carteles vacíos, amarillentos por le paso del tiempo, abandonados.
He vuelto a ver paredes de hojas, como antes cuando la carretera no existía.
He vuelto a ver aquellas hojas tímidas que se cierran sobre si mismas avergonzadas, cuando alguien las toca
He vuelto a ver gallinas, cabras, cerdos paseando entre las casas y vacas pastando entre las hierbas altas.
He vuelto a ver niños jugando ajenos a la pobreza y la desolación que tienen alrededor.
He vuelto a notar en mi cara el aire melancólico que lleva impregnado aromas de mi infancia y recuerdos que ya ni sabía que tenía.
He vuelto a ver los colores de mi tierra.
He vuelto a notar aquella aceleración cardiaca, como cuando sabes que estás cerca.

Y cuando vi todo aquello, supe que había vuelto a casa.

http://yaivi.blogspot.com/

Pasaje de "Cartas de casa" de Las cartas de Yaïvi.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lire le blog en entier, pretty good

IvanBalt dijo...

Que bonitas las cosas q describes y seguramente nada como volver a casa :)spero q te lo hallas pasado bien ;)

IvanBalt dijo...

PD a ver si pones fotos un dia de todas esas cosas :) seria lindo verlas :)