lunes, 20 de enero de 2014

LOS VALORES.


Hace poco, en una charla sobre Educación para los valores,  escuché una reflexión que me dejó impresionada.  Dicen que el ojo que ha visto mucho, tarda en apreciar. Y yo,  con lo poco que he visto, un planteamiento como aquel aunque carezca de envergadura,  me hizo pensar muchísimo…

En aquella reunión, había invitados de élite y muchos oyentes. Hablaban de vivencias y de valores africanos. Y no paraban de enumerar valores.
Algunos se extasiaban sobre la hospitalidad africana, de cómo habían llegado a algunos poblados desamparados y pobres, pero a donde habían tenido un recibimiento como a dioses y donde se les ofrecía de todo; desde el agua que escaseaba hasta un lecho donde dormir... Hospitalidad con cercanía en la que uno se siente aturdido al pensar que aún pueda haber  pueblos así en la tierra.
Otros hablaban del esfuerzo. Un esfuerzo que lleva espontaneidad y actividad, el esfuerzo de las mujeres que bajo un sol cruel y abrasador trabajaban en el campo o iban a buscar agua en condiciones precarias. Esfuerzo de niños que ya desde temprana edad saben lo que es la vida dura y sin quejarse. Esfuerzos de hombres que cultivaban campos sin descanso y con medios rudimentarios, sin pedir nada a cambio.
También hablaron de Humanidad, humanidad suprema. Valores de familia por encima de todo. Valores de amor y de respeto sin comparación a la naturaleza, a los dioses y a la jerarquía social; Y una gran valoración de la palabra…
Solidaridad, fraternidad, lealtad y comunión social… estos eran algunos valores.

Y  de repente se levantó un joven angoleño y dijo que no entendía que deificasen tanto los valores africanos cuando en Europa también había grandes valores.

La verdad es que a mí siempre me había parecido raro que los blancos, en general, hablasen de los valores africanos como si fuesen tesoros reencontrados. Ensalzándolos como si fuesen los mejores valores del mundo.

¿La hospitalidad es la base del crecimiento de una sociedad? No lo sé…

En Europa también hay grandes valores. Grandes. Valores que han hecho prosperar a sus sociedades y a su gente. ¿Qué hay mejor que la responsabilidad, el amor, la transparencia y la integridad? ¿Qué hay mejor que la honestidad,  el compromiso y la creatividad? Aquí en Europa los blancos tienen armas para motivar mientras que en las sociedades del continente negro, sólo se hacen las cosas por rutina o por gravedad. Aquí valoran y promueven la calidad y la superación.  El individualismo ligado a la libertad que le permite a uno prosperar sin ataduras plúmbeas. Tolerancia, justicia, equidad y profesionalidad…  Estos son otros.

Aquí también hay grandes valores. No es que crea  que algunos sean mejores que otros, pero sí que creo que la cuna de los valores no es África.  África como continente tiene los suyos, y Europa también  tiene los suyos. Ojala aprendiéramos todos de todo.

Ojalá  en nuestros países africanos se instauren estos grandes valores que hay aquí para sumarlos a los nuestros. Y que algún día la integridad y el compromiso se puedan conjugar con nuestro esfuerzo y nuestra voluntad de hierro.

Me parece bien que haya blancos que se emocionen hablando de unos valores que para ellos son ya utópicos, pero de verdad que en Europa también hay grandes valores. Valores admirables, tal y como lo decía aquel chico angoleño en aquella charla.

Vivan los valores europeos.



3 comentarios:

Miércoles dijo...

Me ha gustado esta entrada, y sobre todo me alegro de verte más positiva.

Anónimo dijo...

Y vivan los valores Africanos por encima de todo.!

Anónimo dijo...

Hace un tiempo que te leo; nunca antes había comentado. Me ha gustado mucho esta entrada. Nací y me crié en una zona rural con grandes valores que nos permitían sentirnos siempre parte de un todo, pero que a veces nos encorsetaban. Definitivamente debemos intentar aprender y fomentar lo bueno de cada sociedad. Gracias por tu blog.